viernes, 24 de octubre de 2014

RESUMEN PNIE


La psiconeuroinmunoendocrinología emergió como una ciencia transdisciplinar que busca superar la manera
fragmentada de ver al ser humano, propia del paradigma cartesiano.
Esto debido a que dicho paradigma ya no lograba dar cuenta de los procesos humanos, en general y de los procesos de salud – enfermedad, en particular. La PNIE por tanto, busca comprender las interaciones entre el sistema nervioso (cerebro/mente/conducta), el sistema endocrino y el sistema inmune, como partícipes de un proceso dinámico relacional sistémico en continuo cambio e interación con todo lo existente.

El conocimiento generado por estas investigaciones, ha permitdo entender de mejor manera la complejidad del ser humano; sin embargo, se han mantenido una serie de interogantes por resolver, que sólo comenzaron a encontrar respuesta integrando la información proveniente de otras ramas de las ciencias y del saber, como las ciencias físicas (física cuántica), las ciencias matemáticas, la biología molecular, las ciencias de la consciencia y la nanotecnología.

La vida y el hombre se conciben, por tanto como una unidad indivisible y dinámica, cuyos elementos están estrechamente vinculados y pueden comprenderse, sólo como modelos de un proceso cósmico, que se despliega en un espacio y tiempo para producir evolución y conciencia en el hombre de los procesos humanos y del ser, y por tanto, de los procesos de salud y enfermedad.

La teoría de sistemas y la teoría cuántica nos han enseñado que el mundo no puede analizarse desde una serie de elementos aislados, que existen de manera independiente, debemos ir hacia los contextos, para entender el texto y el sistema. El comportamiento de una parte del sistema, está determinada por las conexiones ilmitadas que ésta tiene con el conjunto.

El ser humano es multidimensional, es un ser bio-psico-social-cultural cuyos sustratos y conexiones están en continuo proceso de aprendizaje, crecimiento y expansión. El humano puede ser conocido desde su sustrato bioquímico molecular, con sus campos y ondas electromagnéticas, que componen a su vez el sustrato energético, que le permiten darse cuenta de sus diferentes órganos, sistemas y relaciones para asumirse como ser humano y hacer consciencia de la integración de su espíritu, que lo levará a autoreconocerse dentro del  sistema de la vida.

El aspecto dinámico de la materia es muy importante, pues demuestra que la existencia no puede separarse de su actividad. Las partículas subatómicas solo pueden entenderse dentro de un concepto dinámico, en términos de movimiento, interación, transformación y distribución.

En el paradigma cartesiano, se concebía al hombre compuesto de materia y espíritu como elementos separados, hoy en día entendemos que el hombre, ser humano, solo puede comprenderse a cabalidad con una visión integradora, pues se producen en él intermodulaciones y epigénesis, que lo retroalimentan y condicionan. Por tanto, para comprender los procesos de la vida en general y, los procesos de salud enfermedad en particular, se requiere de la integración de las distintas disciplinas y estar, de esta forma, en mejores condiciones para prevenir o tratar la enfermedad, apuntando al equilbrio y bienestar.

En el devenir de su historia evolutiva, el hombre, ha ido formando nuevos órganos, en su fisiología y desarolando su sistema nervioso central, para tener mayores conexiones entre mente cuerpo, cerebro, consciencia. Su cerebro ha aumentado en volumen de 50 a 150 c de volumen y se han desarolado en si mismo procesos de: vibraciones, sensaciones, emociones, percepciones, pensamientos, lenguaje y consciencia en algún porcentaje; procesos que el ser humano necesita reconocer para mantener su salud y bienestar.

Epistemológicamente este modelo podría sustentarse en la teoría del científico chileno Humberto Maturana, que plantea que somos sistemas autorganizados, multisistémicos, donde el hombre más que un universo, es un multiverso con infinitos procesos ocuriendo en él al mismo tiempo, en su calidad de sistema viviente molecular cerado y dinámico, pues está en permanente cambio estructural en un flujo continuo de moléculas que existen como tal mientras conservan la organización como sistemas vivos, mientras permanecen en congruencia operacional con el medio que los contiene y se adaptan a él, siendo además sistemas abiertos en cuanto a información (Autopoiesis Molecular, Maturana 199).

Por tanto, nuestro norte es operar en los tiempos adecuados, en forma armónica construyendo nuestro quehacer desde la creatividad del ser, tomando solo lo que sea signifcativo para cada uno y el bien común, lo que nos permitrá autoreconocimiento como especie humana consciente, para la sobrevivencia y el desarollo del ser humano, que a través de las ciencias de la complejidad podrá replantear los procesos de salud enfermedad al integrar lo biológico, psicológico, social, cultural y lo ontológico o espirtual y levar la evolución de la vida a niveles de mayor organización.

fuente: Sociedad PNIE CHILE, Cochrane 1029, Concepción, Chile
documento publicado para el IV Congreso Latinoamericano de PNIE
http://www.redespnei.cl/